Cirugía de mano y muñeca

La patología de la mano y la muñeca requiere de la valoración de diferentes estructuras: huesos, nervios, tendones, músculos y piel. Existen diferentes causas de daño de estas estructuras: traumatismos, envejecimiento (artrosis de una articulación), autoinmune (por ejemplo la artritis reumatoide) y tumores.

Las lesiones más frecuentes de la mano son:

• Síndrome del túnel del carpo: consiste en la compresión del nervio mediano en la muñeca.
• Dedo en resorte: también llamado dedo en gatillo. Es relativamente frecuente en el trabajador manual.
• Enfermedad de Dupuytren: es una patología producida por el engrosamiento de la fascia palmar (situada bajo la piel). Es más frecuente en hombres.
• Rizartrosis: producida por el envejecimiento o artrosis de la base del pulgar.
• Fracturas o secuelas postraumáticas: pueden existir rigideces, deformidades, que requieren de un tratamiento especializado.
• Lesiones tendinosas: producen déficit de movilidad. Suelen requerir un tratamiento precoz (reparación quirúrgica de la lesión).
• Lesiones nerviosas: puede obtener más información sobre estas lesiones del nervio periférico aquí.

Las enfermedades en la mano o muñeca producen tres tipos de síntomas principalmente:

• Dolor: asociado sobre todo al deterioro de articulaciones o debido a golpes. Por ejemplo: el desgaste de la articulación de la base del pulgar (rizartrosis) produce dolor al coger objetos.
• Déficit motor: la pérdida de fuerza o dificultad para realizar determinados movimientos puede deberse a daño nervioso, tendinoso o muscular. Por ejemplo: la inflamación del tendón en un dedo puede provocar el conocido dedo en resorte o dedo en gatillo, dificultando la movilidad del mismo.
• Alteraciones de la sensibilidad: suele asociarse a daño nervioso. Por ejemplo: la compresión del nervio mediano en la muñeca (síndrome del túnel del carpo) produce adormecimiento de los dedos pulgar, índice y corazón.

El diagnóstico de cualquier patología de la mano se basa en:

1. Historia clínica: la intensidad y localización de los síntomas, así como el tiempo de evolución son esenciales para enfocar el diagnóstico.
2. Exploración física: determinadas maniobras permiten exacerbar los síntomas o dolencias. Esto permite orientar el diagnóstico.
3. Pruebas de imagen: la radiografía de la mano o muñeca, y otro tipo de imágenes como la tomografía computerizada (CT) o la resonancia magnética (RM) nos permiten ver las diferentes estructuras afectadas.
4. Estudios electrofisiológicos: permiten un análisis detallado del funcionamiento de los nervios que controlan la mano y muñeca.

El tratamiento de cualquier enfermedad en la mano debe ser personalizado y consta principalmente de dos niveles de actuación:

1. Tratamiento conservador: consiste en ejercicios de rehabilitación y/o férulas correctoras.
2. Tratamiento quirúrgico: consiste en reparar, liberar o modificar la estructura dañada mediante un procedimiento quirúrgico. Cualquier tratamiento quirúrgico debe ir acompañado de un tratamiento conservador pre y postquirúrgico.