Reconstrucción mamaria
Cirugía de Reconstrucción Mamaria en Madrid
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¿Por qué reconstruirme?
La reconstrucción mamaria busca recrear la forma de la mama tras haber realizado una extirpación completa o parcial de la mama (mastectomía o tumorectomía). La creación de una mama natural, simétrica y duradera ayuda a la recuperación y al bienestar físico y mental, aumentando la autoestima tras el tratamiento del cáncer de mama.
Tipos de reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria puede realizarse de manera inmediata o diferida:
– La reconstrucción inmediata se realiza en el momento de la cirugía de extirpación mamaria.
– La reconstrucción diferida se realiza después de la cirugía de extirpación mamaria (meses o años después).
Existen principalmente dos técnicas para realizar la reconstrucción mamaria, que podrán emplearse tanto si la reconstrucción es inmediata como si es diferida:
- Reconstrucción con tejidos autólogos, mediante la realización de colgajos: consiste en trasplantar tejidos propios de la paciente de otra parte del cuerpo para reconstruir la mama. La primera elección suele ser el tejido abdominal (piel y grasa), es lo que se denomina colgajo DIEP, aunque existen otras opciones. Esta técnica ofrece un menor número de complicaciones al evitar el uso de implantes, tiene un resultado más natural que la reconstrucción con implantes y permite una reconstrucción “de por vida” sin necesidad de futuras cirugías. Este tipo de reconstrucción suele ser necesaria cuando la paciente se ha sometido a radioterapia previa.
- Reconstrucción con implantes (expansores y prótesis): generalmente se realiza en dos tiempos quirúrgicos. En la primera intervención se coloca un expansor o prótesis vacía, que posteriormente se va llenando (expandiendo) de suero fisiológico hasta alcanzar el volumen deseado. Una vez conseguido dicho volumen, se realiza una segunda cirugía en la que se cambia el expansor por una prótesis definitiva. Recomendamos esta opción cuando no sea posible una reconstrucción con tejidos propios.
Postoperatorio
Suele requerir de una a cuatro noches de ingreso, en función del tipo de reconstrucción.
Se suelen colocar drenajes en las zonas intervenidas. Dichos drenajes recogen la sangre y fluidos para evitar que se acumulen, y se retiran cuando la cuantía de líquido recogido es mínima.
Al alta, podrá caminar y hacer vida relativamente normal sin realizar ejercicio físico durante las primeras 6 semanas. Se recomienda usar sujetador sin aros durante 6 meses. En los casos en los que se realiza reconstrucción con tejido abdominal se utilizará faja abdominal durante 6 semanas. Es importante proteger las cicatrices del sol al menos durante el primer año.
La reconstrucción de mama no impide realizar el seguimiento oncológico y este deberá realizarse de acuerdo con las pautas que establezca su oncólogo.
Reconstrucción de areola y pezón
La reconstrucción del complejo areola-pezón se realiza por lo general en un último tiempo, pasados unos meses desde que se ha reconstruido la mama y las cicatrices son estables.
Existen diferentes métodos para reconstruir el complejo areola-pezón, y todos ellos se pueden realizar con anestesia local y de manera ambulatoria (sin ingreso).
La micropigmentación permite recrear mediante un efecto óptico el relieve del pezón, así como proporcionar el color correspondiente.
La cirugía permite reconstruir el pezón proporcionando el volumen, proyección y forma adecuados. Se puede utilizar un injerto de pezón de la mama no intervenida, o se puede reconstruir mediante colgajos locales, obtenidos de la misma mama reconstruida. En estos casos, se podrá recrear la areola utilizando micropigmentación o con un injerto de piel obtenido de otra zona corporal.
«La creación de una mama natural, simétrica y duradera ayuda a la recuperación y al bienestar físico y mental.»